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4.

KOBIDO
Lifting facial japonés

Mejora e hidrata el aspecto de la piel, libera tensiones musculares y combate el estrés y la ansiedad. Desde sus orígenes, esta milenaria técnica de belleza ha sido una de las más preciadas en la búsqueda del bienestar.

Una buena piel es sinónimo de hidratación, cuidado, genética y, sobre todo, salud. Mantener una mente sana es directamente proporcional a mantener una apariencia física saludable. Y en circunstancias en las que el estrés y la ansiedad van en aumento, es fundamental buscar terapias y alternativas que equilibren cuerpo, mente y espíritu para conseguir, a partes iguales y con plena estabilidad, el bienestar físico y psíquico.

Ya en el siglo XIV, los samuráis que regresaban de la batalla se ayudaban con estas prácticas para relajar la mente, aumentar su fuerza y calmar su espíritu. Una de las técnicas favoritas de estos guerreros fue también el tratamiento más antiguo de Japón, Kobido. Este masaje facial, que data de 1472, se convirtió años después en la terapia favorita de las emperatrices japonesas, primero como forma terapéutica de aliviar el dolor y, más tarde, también como técnica predilecta para lucir un rostro bello, libre de imperfecciones y más rejuvenecido.

Kobido, conocido como el lifting facial japonés sin cirugía, tanto por sus beneficios estéticos, como tonificar, iluminar, oxigenar y renovar las células de la piel, como terapéuticos, entre ellos, alivia el estrés, insomnio, migrañas y bruxismo, ha traspasado las fronteras orientales.

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